jueves, 13 de noviembre de 2025

Apunte sobre la muerte de Antígona y Bataille

 Apunte sobre la muerte de Antígona y Bataille

 

Nikiphoros Lytras. Antigona frente a Polinices. (1865)

 

Permanecimos así hasta que el orbe resplandeciente del Sol se

paró en el centro del éter y el calor ardiente arrasaba […].

A la vista del cadáver desnudo, estalló en gemidos; exhaló sollozos

y comenzó a proferir imprecaciones contra los autores de esa

iniquidad. Con sus manos recogió en seguida polvo seco, y luego,

con una jarra de bronce bien cincelado, fue derramando sobre el

difunto tres libaciones. Al ver esto, nosotros nos lanzamos sobre

ella enseguida; todos juntos la hemos cogido, sin que diese muestra

del menor miedo. Interrogada sobre lo que había ya hecho y lo

que acababa de realizar, no negó nada. 

—En Antígona

 

La forma más importante es la muerte

            —Bataille

 

Para realizar una conexión entre la tragedia Antígona y Bataille hagamos un foco que es la muerte. En la tragedia se entiende el actuar de Antigona a querer sepultar a Poliniece por una “ley superior”, pero considerando que los dioses eran más estéticos que morales no se puede entender muy bien ese actuar a pesar de que actualmente se entienda dentro de una moral judeocristiana o del ahorro. Bajo ese punto es donde se intermedía con Bataille para explicar que la fiel justificación del actuar de Antigona no se debe a una ley divina sino a generar comunidad por su actividad puramente soberana (que habita entre los difuntos).

 

La no apelación a los dioses para transgredir la prohibición o ley de Creonte requiere una nueva justificación que reside en que Antigona no le teme a la muerte e incluso la acepta:

 

           Yo, por mi parte, enterraré a Polinice. Será hermoso para mí morir cumpliendo ese deber. Así reposaré junto a él, amante hermana con el amado hermano; rebelde y santa por cumplir con todos mis deberes piadosos […]. Pues para siempre tengo que descansar bajo tierra.

 

Es decir, cuando Antigona va a la misión de realizar los rituales de entierro a su hermano también se entierra, se sacrifica. Al enterarse de este “delito” Creonte condena a Antigona al exilio a una caverna oscura (o bóveda nupcial) hasta el último de sus días* donde posteriormente se ahorca.

 

Sin embargo, antes de “auto-condenarse” debe haber una perdida del miedo, que inclusive es lo que padece Ismena – su hermana:

 

              [¡]Piensa en la muerte aún más desgraciada que nos espera si a pesar de la ley, si con desprecio de ésta, desafiamos el poder y el edicto del tirano! […] Rogando a nuestros muertos que están bajo tierra que me perdonen porque cedo contra mi voluntad a la violencia, obedeceré a los que están en el poder, pues querer emprender lo que sobrepasa nuestra fuerza no tiene ningún sentido.

 

Este fragmento hace evidente la ruptura que hace Antígona con su proceder en el sentido que Ismena reconoce la dirección tirana sobre la prohibición del sepulto de su hermano, pero “cede contra su voluntad” y se oculta dentro del utilitarismo de la polis. Por lo que, sepultar a Polinice significa transgredir la ley de manera sagrada debido a que señala la demanda que la polis pretende olvidar que son los ritos fúnebres donde realmente si el difunto fue enemigo o amigo de la polis.

 

Ahora, frente al generar comunidad y soberanía se debe a que su sacrificio es mero gasto, rociar tierra a su hermano para su sepulcro con el riesgo de ser capturada por los guardias de Tebas va en contra de toda lógica utilitaria: su actuar corresponde a una suerte de “despilfarro sagrado” donde la justificación de la acción habita en el exceso. Así, la comunidad se conforma en el momento de expulsión hacia la caverna donde Creonte presumía “contener su vida” pero esta se le escapa por la muerte, reforzando el sacrificio de Antígona y por lo tanto a su figura sagrada y soberana.

 


martes, 11 de noviembre de 2025

 Durante la semana en que estuve leyendo La parte maldita, no dejaba de rondar en mi cabeza el episodio de South Park de la temporada 13, titulado Margaritaville. Después de revisitarlo, me doy cuenta de que, muy probablemente, el creador y guionista de la serie, Trey Parker, utilizó varios conceptos de Georges Bataille como referencia para desarrollar la idea central del episodio.

En 2008, Estados Unidos (y buena parte del mundo que seguía el mismo modelo del capitalismo financiero) sufrió una fuerte crisis económica. Entre las décadas de 1980 y 2008, el mundo vivió una expansión enorme. Las economías occidentales, especialmente la estadounidense, comenzaron a adoptar cada vez más una dinámica basada en la especulación y en los sistemas crediticios (préstamos, hipotecas, financiadoras, etc.). Derivado de un proceso de desregulación bancaria, es decir, de la eliminación del control estatal sobre las instituciones financieras y la circulación del capital, surgió una fe ciega en la racionalidad del mercado, bajo la creencia de que este podía autorregularse por sí mismo.

Fruto de ello se creó un sistema que no producía una riqueza real, sino que generaba únicamente deudas y jugaba con expectativas. Los bancos otorgaban préstamos e hipotecas a personas que no podían pagarlas, y todo esto desembocó en una recesión que provocó pérdidas millonarias. La gente dejó de consumir debido al endeudamiento, y la economía se estancó.

En el episodio de South Park, podemos observar una representación de lo que Bataille denominaría una economía restringida, cuando los habitantes del pueblo aceptan la doctrina de Randy: “no gastar para no hacer enojar a la Economía”. Él explica que esta funciona como una divinidad caprichosa y vengativa que castiga los excesos del consumo. De manera satírica, el episodio nos muestra una economía teológica, que deja de ser un sistema racional de intercambio para convertirse en una fuerza omnipotente e incontrolable, donde el culto se manifiesta en forma de utilidad, producción y conservación.

En la parte final del episodio, Kyle aparece como un símbolo del gasto sacrificial. En un acto totalmente irracional, utiliza una tarjeta de crédito American Express para pagar las deudas de todos los habitantes, permitiendo así que vuelvan a gastar y se restaure el flujo económico. Usando la figura de Cristo como referencia, la economía del pueblo se restablece gracias al sacrificio de Kyle, quien queda condenado a vivir endeudado por el bien de los demás.

Recomiendo ampliamente ver el episodio. Desde una perspectiva batailleana, puede interpretarse como una parodia que explora los conceptos de gasto y sacrificio dentro del marco de la crisis económica contemporánea.
Y, después de todo esto, creo que yo también quiero una licuadora para margaritas.

martes, 4 de noviembre de 2025

Apuntes sobre la sociología sagrada de Georges Bataille

Apuntes sobre la sociología sagrada de Georges Bataille

En una de las conferencias de Bataille titulada La sociología sagrada del mundo contemporáneo pronunciada el 2 de abril de 1938, manifiesta su constante preocupación por comprender las sociedades humanas, más exactamente, por la sociedad en que vivimos actualmente. Dentro de este marco, la investigación por el tema de la comunidad obtuvo su fuerza tanto por las circunstancias de la vida de Bataille y, a su vez, de la preocupación por la existencia en su totalidad. De esta manera, la investigación de Bataille en el colegio de sociología tiene como objeto las consideraciones ontológicas sobre la naturaleza de la sociedad. Así mismo, reconoce que la pregunta ontológica por lo que es la sociedad está entrelazada por la pregunta por la subjetividad. 


Al interesarse en la sociología en términos ontológicos, le interesa a su vez cómo la ciencia no es ajena a una idea sociológica. De está manera extrapola estructuras de la física y la biología retomando consideraciones del astrofísico Émile Belot. Al mismo tiempo, Bataille se mantiene en la línea de pensamiento de los análisis sociológicos de Durkheim y Roger Caillois y considera que la sociedad no se reduce a la suma de los elementos que la componen. En consecuencia, el colegio de sociología tiene como objeto de investigación el ser compuesto que es la sociedad, así como sus movimientos de conjunto. 


Así mismo, la sociología de Bataille resultó ser una gran disidencia respecto a lo que se estaba trabajando en la sociología francesa, puesto que se trataba, en todo caso, de una sociología sagrada. De la misma manera que lo religioso se diferencia de lo sagrado, puesto que lo religioso resulta de la estabilización de lo sagrado ya separado de su parte nefasta, en este mismo sentido, la sociología sagrada se distingue de la sociología de la religión o de la sociología en general. Así pues, la sociología sagrada tiene cómo objeto de investigación las fuerzas sagradas dentro de las dinámicas de lo social. De igual manera, se distingue de las categorías establecidas de comunidad o individuo. 


La sociedad, siendo distinta de la simple suma de sus individuos, mantiene la unidad de su composición por medio de un movimiento de conjunto que modifica continuamente su propia naturaleza y, a su vez, la diferencia de los componentes individuales que la constituyen . Está formación de ser compuesto que es la sociedad, remite a un proceso fundamental de todo lo que existe. De manera que todo aquello que conforme una unidad a partir de diferentes elementos, debe ser diferenciada de los elementos mismos que la componen. De esta manera, cada elemento que constituye la naturaleza se ofrece como un conjunto de virtualidades que aún no han sido actualizadas. En este sentido, el elemento central de la investigación de Bataille se enfoca en éste movimiento de conjunto. 


Sin embargo, para Bataille, la sociedad no deja de ser uno de los grados de composición más complejos. Las fuerzas que constituyen a la sociedad se mantienen exteriores al individuo y al mismo tiempo lo atraviesan. Así mismo, la fuerza de intensidad del movimiento de conjunto no es constante, por lo que una comprensión adecuada del mundo contemporáneo supone el análisis de estas variaciones de intensidad. De este modo, el análisis de Bataille revela que la pérdida de los centros sagrados en las sociedades actuales ha llevado al decrecimiento de intensidad del movimiento de conjunto. Este fenómeno ha medida que ha avanzado, obtuvo en consecuencia el incremento de los movimientos individuales, funcionales y serviles. En este sentido la existencia humana queda subordinada a la utilidad que tiene como finalidad el trabajo. Al sustituir el mundo funcional la existencia plena, el trabajo quedó reducido al valor de un estupefaciente que aleja al ser humano de su preocupación fundamental por el destino.

De manera simultánea, otra de las consecuencias de este fenómeno fue la predominancia de la violencia militar. Mientras que la violencia sagrada se distingue por la pérdida y por la destrucción de la subjetividad —constituyéndose a su vez como una fuerza que funda comunidad—, la violencia militar se caracteriza por la utilidad y la búsqueda de ganancias, de modo que la guerra representa el punto culminante de la racionalidad.

No obstante, tampoco es posible concluir que lo sagrado haya dejado de existir, por lo que, para una mejor comprensión de nuestra época, la pregunta fundamental que guía las investigaciones de Bataille es: ¿cómo acontece lo sagrado en el mundo contemporáneo? Si bien la experiencia de lo sagrado no ha desaparecido, al menos sí se ha transformado. En un mundo dominado por la utilidad y la racionalidad, lo sagrado irrumpe en la lógica del trabajo y la producción. De este modo, la reflexión de Bataille revela que, incluso en el seno de una sociedad profana, subsiste una forma de lo sagrado que se manifiesta en los márgenes de la vida social

Por un lado, Bataille señala la existencia de sociedades no humanas que no tienen como objeto lo sagrado; por otro, observa que la sociedad humana actual vive consumida en un mundo homogéneo y profano, donde la experiencia de lo sagrado ha quedado reducida a una mera supervivencia.

El ser humano solo existe en sociedad. Sin embargo, a diferencia de las sociedades no humanas, la sociedad humana se distingue, entre otras cosas, por la presencia de elementos sagrados. En las comunidades primitivas, aquello que las diferenciaba entre sí era precisamente el núcleo sagrado de cada una, el cual se manifestaba en diversos ritos, lugares, objetos o personas que pertenecían de manera propia a la comunidad.

En las comunidades primitivas, los hombres se reunían en torno a un horror y una repugnancia comunes. Entre los objetos de ese horror se encontraban el cadáver y la sangre menstrual. La muerte, en este contexto, constituye un expediente común: no pertenece a la primera persona, sino que une a la comunidad en torno a lo sagrado que ella engendra.

Este factor distintivo, propio de las comunidades primitivas, ha desaparecido a causa de las transformaciones sociales e históricas que han sobrevenido. En este sentido, las relaciones humanas no son inmediatas, sino que están mediadas por el núcleo sagrado de cada comunidad, que actúa como el centro que las reúne. Dicho núcleo, exterior a los individuos, contiene en sí mismo el tabú.










Apunte sobre la muerte de Antígona y Bataille

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