Durante la semana en que estuve leyendo La parte maldita, no dejaba de rondar en mi cabeza el episodio de South Park de la temporada 13, titulado Margaritaville. Después de revisitarlo, me doy cuenta de que, muy probablemente, el creador y guionista de la serie, Trey Parker, utilizó varios conceptos de Georges Bataille como referencia para desarrollar la idea central del episodio.
En 2008, Estados Unidos (y buena parte del mundo que seguía el mismo modelo del capitalismo financiero) sufrió una fuerte crisis económica. Entre las décadas de 1980 y 2008, el mundo vivió una expansión enorme. Las economías occidentales, especialmente la estadounidense, comenzaron a adoptar cada vez más una dinámica basada en la especulación y en los sistemas crediticios (préstamos, hipotecas, financiadoras, etc.). Derivado de un proceso de desregulación bancaria, es decir, de la eliminación del control estatal sobre las instituciones financieras y la circulación del capital, surgió una fe ciega en la racionalidad del mercado, bajo la creencia de que este podía autorregularse por sí mismo.
Fruto de ello se creó un sistema que no producía una riqueza real, sino que generaba únicamente deudas y jugaba con expectativas. Los bancos otorgaban préstamos e hipotecas a personas que no podían pagarlas, y todo esto desembocó en una recesión que provocó pérdidas millonarias. La gente dejó de consumir debido al endeudamiento, y la economía se estancó.
En el episodio de South Park, podemos observar una representación de lo que Bataille denominaría una economía restringida, cuando los habitantes del pueblo aceptan la doctrina de Randy: “no gastar para no hacer enojar a la Economía”. Él explica que esta funciona como una divinidad caprichosa y vengativa que castiga los excesos del consumo. De manera satírica, el episodio nos muestra una economía teológica, que deja de ser un sistema racional de intercambio para convertirse en una fuerza omnipotente e incontrolable, donde el culto se manifiesta en forma de utilidad, producción y conservación.
En la parte final del episodio, Kyle aparece como un símbolo del gasto sacrificial. En un acto totalmente irracional, utiliza una tarjeta de crédito American Express para pagar las deudas de todos los habitantes, permitiendo así que vuelvan a gastar y se restaure el flujo económico. Usando la figura de Cristo como referencia, la economía del pueblo se restablece gracias al sacrificio de Kyle, quien queda condenado a vivir endeudado por el bien de los demás.
Recomiendo ampliamente ver el episodio. Desde una perspectiva batailleana, puede interpretarse como una parodia que explora los conceptos de gasto y sacrificio dentro del marco de la crisis económica contemporánea.
Y, después de todo esto, creo que yo también quiero una licuadora para margaritas.
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